A casi tres meses de que se implementara el aislamiento domiciliario en Sonora por el Covid-19, el psicólogo Sergio Oliver Burruel dijo que las personas ya están muy desesperadas, con ansiedad, incluso algunos con depresión, ya que quieren salir a la calle a socializar y distraerse.
El también académico de la Universidad de Sonora señaló que los niños también están desesperados por salir al parque para jugar y platicar con los amigos, aunado a que también estuvieron estresados por las clases a distancia.
El reguardo domiciliario hace que las familias se peleen constantemente por cualquier motivo, además la ansiedad y la depresión les genera que coman más, lo que genera el problema de obesidad.
"El aislamiento, de estar en casa reunidos, pues llega un momento que el estado de ánimo, de la tolerancia disminuya, y esto ocasiona fricciones entre los miembros de la familia que integran el hogar y eso aumenta la rispidez y es cuestión de una tontería de que agarraste mi celular, mi cargador y no lo encuentro, y so fue un detonador para que explote la violencia al interior de un hogar.
Ana Lydia Ruiz es madre de familia de tres hijos de seis, 11 y 17 años de edad, además tiene ocho meses de embarazo, platicó que en varias ocasiones ha sentido desesperación por estar aislada en su domicilio y esta angustia desaparece cuando sale una vez a la semana al mandado o consulta médica.
"La verdad es que no hemos estado muy estresados, más bien es desesperación lo que nos puede llegar a dar, nosotros somos muy de casa, pero, el hecho de que no puedas ir por una nieve o llevar a los niños o ir al super normalmente, eso sí te llega a estresar", contó.
Dijo que hace actividades de manualidades o juegos infantiles por las tardes para que sus hijos se desenfaden y también tienen horarios para platicar en familia y ver la televisión.
Jorge Flores Ruiz, de 16 años de edad, platicó que extraña a sus amigos para platicar y convivir, aunque en ocasiones cuando sale al jardín de su casa para jugar con sus hermanos, logra ver y saludar de lejos a sus amigos.
"Al principio sí me estresaba porque no podía salir a ninguna parte y era de estar todo el día en mi casa y también necesitaba ver a otras personas, pero, ahora, me pasa menos, porque ya me estoy acostumbrando, pero, aun así, ya quiero salir", mencionó.