Cuando existe una deportación de un miembro de la familia, se dan varias situaciones y algunas pueden llegar el caso de hasta le mismo abandono. Según datos de la encuesta Nacional dinámica demográfica del 2014 se habla de una reestructura nuclear en las familias, esto consiste en un jefe de hogar, un cónyuge e hijos, esto después de una deportación para las familias en la frontera norte hay un 43 por ciento en relación a la estructura de el sur del país un 53 por ciento con migrantes deportados. Solo el 10 por ciento más a comparación del sur con el norte logran las familias reestructurarse, pero también estás aquellos hogares unipersonales, se trata de las personas deportadas que viven solas o con otros ciudadanos que no son su familia y no tienen nada que ver con él. Las personas que han sido deportadas en la frontera norte de México que viven con una estructura de familia que no son el núcleo central es el 19 por ciento mientras en el resto del país es el 29 por ciento. El migrante que es deportado vive en un hogar unipersonal en un 28 por ciento. Lo que complica la reintegración total de la familia. En Sonora en lo que respecta a la zona fronteriza existen varios horgares unipersonales lo que conlcuye que existe una mayor desintegración familiar de las personas que son deportadas y tienen que recurrir a mantener vínculos transnacionales ya sea de manera virtual o visitas de vez en cuando