Gregorio Galván tiene más de 15 años en el área de embasalmación de la Funeraria Noriega donde ya tiene trabajando 20 años, esta labor que realiza son pocas las personas que lo hacen en Nogales ya que no es un trabajo fácil y además poco común.
Mucho se dice de este trabajo ya que prácticamente está ante un ser humano sin vida, pero Gregorio sólo se enfoca en su funciones par él no hay rituales y nada especial, tampoco le ha ocurrido nada en todo este tiempo, algo paranormal.
Galván comenta que con el tiempo se acostumbra a sólo hacer su trabajo, aunque si hay sentimientos pero los tienes que hacer a un lado, habla mucho del respeto hacia el cuerpo y la dedicación en un oficio donde ya le tocó realizar una embalsamación a su propia madre.
Ha pasado por varias situaciones desde peticiones especiales hasta la sensaciones de energías, pero Gregorio nos habla de tres elementos primordiales para realizar un buen trabajo con los cuerpos, el respecto, perder el asco y cuidar el morbo para no meterse en problemas.
Alrededor de seis personas se dedican al embalsamamiento o tanatopraxia en esta frontera, Galván lo aprendió aquí mismo ya que en el sur de México solo existen tres escuelas que enseñan este oficio.