El estado de Sonora está experimentando un aumento significativo en el flujo migratorio, al menos en Nogales 120 personas son repatriadas diariamente, incluyendo hombres, mujeres y niños. Desde el 6 de junio hasta el día de ayer, el albergue para migrantes San Juan Bosco ha recibido a 139 niños deportados, y solo en la jornada de ayer, 61 menores fueron deportados y atendidos.
Las cifras alarmantes reflejan una tendencia creciente en el número de menores en situación de migración, lo cual genera una preocupación considerable debido a los riesgos que enfrentan al ser expuestos con sus familias a las zonas desérticas comunes para el cruce ilegal, sobre todo ahora con las altas temperaturas.
Datos recientes del INM indican que, a nivel nacional, el número de menores mexicanos deportados ha aumentado en un 25% en el primer semestre del 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior. El albergue San Juan Bosco, que ha estado recibiendo a estos menores, está trabajando al máximo de su capacidad para proporcionar refugio y apoyo.
El incremento de menores en situación de migración representa un desafío crítico, ya que están expuestos a riesgos de abuso, explotación y traumas psicológicos. En los últimos días en el albergue para migrantes San Juan Bosco se han recibido a 139 niños deportados.
Este aumento en el flujo migratorio y el número de menores deportados subraya la necesidad de políticas migratorias más humanas y efectivas, que aborden las causas profundas de la migración y protejan a los más vulnerables en este proceso. Nogales se enfrenta a un desafío significativo, al seguir siendo un lugar donde son deportadas estas familias, que a la deriva viven mientras estabilizan su situación, lo que los expone sobre todo a los niños a riesgos latentes, desde el clima, hasta el crimen organizado.