Al igual que cualquier otra fecha conmemorativa en este atípico año, el Martes 12 de mayo, Día Internacional de la Enfermera, no tendrá celebración y pasará como un día más, sin embargo, su importante labor es algo que no pasa desapercibida, ya que además de ser profesionales de la salud, también som madres, hijas, hermanas y esposas, lo que significa que más allá de cuidar la salud de sus pacientes, también deben proteger la salud de sus familias con estrictos protocolos de sanitización al llegar a casa, tal es el caso de Abril Muñoz, enfermera en el Hospital Materno Infantil de León desde hace 11 años, quien es una de los 216 integrantes del personal de enfermería que tiene el hospital, 9 de ellos hombres.
Pese a que al interior del Hospital el trabajo para ella y sus colegas se ha duplicado y su relación familiar está limitada, para Abril lo más doloroso de la situación actual no es la discriminación, no es el déficit de personal de enfermería, tampoco el no ver a sus padres desde hace dos meses porque son enfermos crónicos y no puede arriesgarlos, sino el hecho de que la sociedad sigue sin creer en una pandemia que ha cambiado la vida de millones de personas en todos los sentidos, de tal manera que ese pensamiento incrédulo también desacredita la labor, esfuerzo y entrega de alrededor de 5 mil 600 profesionales de la salud que se desempeñan en esta área a nivel estatal y que son de los primeros que arriesgan su integridad para lograr el bienestar de los demás.