Uno de los procesos más significativos para los pacientes con contraer COVID-19 es el de la intubación, lo que permite que los casos más graves de la enfermedad tengan un apoyo respiratorio, sin embargo, la instalación de un ventilador lamentablemente no garantiza la sobrevivencia de la persona.
El coronavirus ataca fuertemente los pulmones por lo que los problemas pulmonares severos, han explicado las autoridades sanitarias, suelen desarrollarse en personas con antecedentes de tabaquismo o enfermedades respiratorias crónicas
Uno de los últimos recursos para intentar preservar la vida de los pacientes es la intubación, un proceso altamente doloroso.
"Es una situación que se llegue a presentar en menos del cinco por ciento de todos los pacientes que tienen Coronavirus y es la decisión más difícil que en ocasiones tenemos que tomar porque implica introducir un tubo a través de la boca del paciente y ese tubo va a llegar a la vía respiratoria ya sea a través o por medio de una sedación administrando medicamentos en la vena."
De acuerdo al neumólogo Fernando Guillén, médico en atención de pacientes con el COVID-19 en el ISSSTE en Tuxtla Gutiérrez, no toda la población ha comprendido las consecuencias de este virus en el cuerpo y sobre todo son pocos los que saben lo que realmente implica el proceso de intubación.
"Que parámetros tomamos en cuenta, tomamos en cuenta si el paciente está muy fatigado, ya no puede respirar llega con mucho compromiso respiratorio, tomamos en cuenta datos gasométrico es decir tomamos una muestra de su sangre y analizamos como están sus gases si el Co2 está muy alto."
De acuerdo a las autoridades de salud esta acción ha sido mayormente necesaria en pacientes adultos mayores y con enfermedades concomitantes, sin embargo, cualquier persona puede contraer el COVID-19 y pueden llegar a requerir de este procedimiento.