A 14 años de la reforma constitucional más importante en materia de justicia penal, México ha avanzado en capacidad, recursos institucionales, procuración e impartición de justicia.
En 2016, se consolidó el tránsito de un sistema inquisitivo a uno penal acusatorio.
Hoy tenemos una ventaja: ya tenemos un bagaje muy importante de jurisprudencia donde se están haciendo interpretaciones en los textos generales de la ley.
Pero la instrumentación de este sistema presenta claroscuros.
Ahora los casos pueden resolverse en una de las etapas de investigación inicial y complementaria, intermedia, juicio oral y ejecución de sentencia.
Existen además soluciones alternas para no llegar al juicio oral.
El Dr. Rogelio Rodríguez Garduño, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM dijo que con esto cambiamos de presunción de culpabilidad a presunción de inocencia, sin embargo persisten prácticas que han frenado los procesos.
Los procedimientos abreviados de los cuales se ha abusado, que significa 'échate la culpa', sabemos que hay una fabricación de delincuentes formalmente hablando, porque sigue habiendo déficit de la labor de investigación plena y la profesionalización de las policías y los Ministerios públicos de México.
Ahí hay realmente un desequilibrio brutal. entonces es algo que para el sistema está haciendo crisis, tanto por el número de procesos penales que se están incrementando.
"Si vemos, hay una gran cantidad de asuntos que llega a juicio oral cuando la finalidad de la reforma fue que no se llegara a esas instancias, sino que se agotara a través de las salidas alternas", dice el Dr. Rogelio Rodríguez.
Con información de Gastón García Miranda