Un lugar icónico de Nogales es sin duda la famosa Plaza de Toros, testigo mudo de la historia de esta frontera donde desfilaron toreros españoles y mexicanos para después convertirse en el lugar favorito de los artistas de la época y ahora en la actualidad tiene un nuevo giro que se adapta a las nuevas generaciones.
Según datos históricos en Nogales se tiene registrado las corridas de toros desde la década de 1930 con su promotor principal de aquellos años Pedro González, justo donde se encuentra actualmente la plaza de toros se realizaba en lo que antes eran como corrales las fiestas taurinas, fue tanto el éxito que después decidieron construir lo que hoy conocemos como el Coliseo taurino.
Después de su construcción se presentaron toreros de talla internacional como Fermín Espinosa "Armillita" también artistas como Mario Moreno "Cantinflas" y en los palcos estuvieron actores de Estados Unidos y también políticos conocidos de la época hasta presidentes de la república mexicana y también muchos turistas.
Con el pasar de los años este mismo inmueble albergo en la década de los 80 varios eventos artísticos y deportivos presentándose leyendas como el Santo, Blue Demon, Antonio Aguilar, Flor Silvestre y su familia. Fue al principio de la década de los 90 cuando se realizó la última fiesta taurina y poco a poco dejaron de presentarse eventos de cualquier índole.
Llego el momento hasta que estuvo abandonada, y solo servía para los curiosos que intentaban entrar para indagar su historia o uno que otro maestro de las primarias pedían de tareas a sus alumnos que realizaran alguna investigación sobre ese histórico inmueble, que después de 70 años ha resurgido de las ruinas para convertirse de nueva cuenta en un lugar familiar.