Desde el pasado 16 de abril la autoridad municipal tomó la decisión de cerrar las calles del centro de Culiacán como una medida para evitar la propagación del virus, causando sorpresa para muchos, pues no hay registro de que una situación similar se hubiera presentado antes de esta de esta pandemia.
Con la llegada de la nueva normalidad el pasado 01 de junio, comenzaron las presiones hacia el Ayuntamiento, particularmente hacia el alcalde de Culiacán Jesús Estrada Ferreiro, para que se permitiera la apertura de las vialidades que permanecían cerradas.
La respuesta del primer edil fue que de manera gradual irían permitiendo el acceso a vehículos por algunas calles, y así fue hasta el día lunes 29 de junio, cuando da a conocer que ya se abriría el centro de Culiacán.
Esta decisión fue duramente criticada por algunos regidores y la síndica procuradora durante la sesión de Cabildo, señalando que estas disposiciones en torno al cierre y apertura de vialidades del centro han sido de manera unilateral y arbitraria por parte del alcalde.
Comentaron que no existe una justificación válida, ni un análisis profundo de las consecuencias que la apertura de calles puede traer a la salud de la población, y que es lo más importante a observar en estos momentos, y que quizás lo mejor era esperar para abrir las calles del primer cuadro.
"Con el tema del centro? es un tema de calidad humana, no más así, de calidad humana" José García, Regidor
Por otra parte, en sentido totalmente opuesto, los comerciantes continúan molestos con la autoridad, pues aunque se habla de apertura de calles del centro, el hecho de que las vialidades alrededor del mercado Garmendia permanezcan peatonales es un duro golpe a la tan lastimada economía de los negocios de este sector.
"Nosotros estamos luchando por la permanencia de todos los negocios? siendo quebrantados en su economía y en su patrimonio familiar" Miguel Ángel Millán, Comerciante.