Se cumplieron los primeros 100 días de trabajo de la administración municipal, encabezada por Juan Francisco Gim, este trimestre ha sido marcado más por los desaciertos que por logros o acciones de mejora realizadas en la ciudad por las diferentes dependencias, direcciones de oficinas y hasta el propio cabildo nogalense.
Se destacan en estos desaciertos las fallidas comparecencias de ex funcionarios municipales quienes al acudir a rendir cuentas no pudieron ser objetados por los funcionarios en turno, la falta de obra y reparaciones de baches, falta de suministro de agua a los usuarios de Oomapas, fugas de agua potable y drenajes colapsados, así como el retiro de unidades en el área del departamento de policía y servicios públicos han ocasionado problemas en la seguridad de Nogales y en el servicio de recolección de basura el cual no se ha normalizado causando el enojo de la ciudadanía por no acudir por la basura en los días y horas establecidas.
A unas semanas de tomar el cargo como presidente, envió un mensaje a los habitantes de Nogales para anunciar que había sido contagiado de covid 19, el anuncio fue realizado a través de redes sociales, sin embargo, fue criticado por hacerlo de forma irresponsable desde las instalaciones de Palacio Municipal, recinto en el que tuvo contacto con varias personas pese a que ya conocía el resultado de la prueba que le efectuaron para determinar que estaba enfermo de coronavirus.
Otra de las acciones que provocó el descontento de la población que para otorgar becas municipales a estudiantes, se anunció que en la convocatoria tenían 1700 espacios para estudiantes recortando 306 lugares de todos los niveles educativos cuando el año anterior se apoyaba a 2006 alumnos.
El más reciente asunto que causó la molestia de las personas en la frontera fue la promesa de la prohibición de venta de pirotecnia en ésta temporada navideña, la administración no cumplió con ésta prohibición y generando reacciones negativas de parte de asociaciones y agrupaciones civiles a las que el propio alcalde recibió en su oficina y les dio por hecho que en Nogales no se venderían cuetes o pirotecnia.