Una tormenta inesperada azotó a Nogales el 5 de julio, dejando a su paso diversos daños materiales pero sin pérdidas humanas que lamentar, según informaron las autoridades locales.
La tormenta, que no fue pronosticada por el Sistema Meteorológico Nacional, derribó trece árboles, arrastró cuatro vehículos y arrancó los techos de dos viviendas. Además, causó problemas en dos transformadores de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), derribó dos cables de un sistema de cable, inundó ocho casas (algunas con pérdidas totales) y derribó dos bardas.