Un informe de la Organización Internacional del Trabajo y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) reveló que el trabajo infantil aumentaría hasta un 5.5 por ciento en México como consecuencia de la pandemia de covid-19.
Este escenario advierte un aumento en las peores formas de trabajo infantil del país por primera vez en los últimos veinte años.
De acuerdo a la UNICEF, hasta antes de la contingencia sanitaria mundial el trabajo infantil había disminuido en 94 millones desde el año 2000.
Las últimas estimaciones globales señalaban que hasta el año 2017 había más de 152 millones de niñas y niños que trabajaban en todo el mundo. Sin embargo y ante la propagación del virus SARS-CoV2, dicha mejora podría verse afectada.
México ocupa el segundo lugar entre los países con más casos de trabajo infantil en la región de América, de acuerdo a la Comisión Económica para América Laguna y el Caribe (CEPAL); solo se ubica por debajo de Brasil.
La estadística es respaldada por cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), instancia que asegura que en el país existen alrededor de 3.2 millones de personas de entre 5 y 17 años que laboran en tareas no permitidas.
Tomando en cuenta lo anterior, el estudio de la UNICEF estima que por cada punto que se eleve la pobreza en el país como consecuencia del coronavirus, se estima un aumento de al menos el 0.7 por ciento en la población menor de edad que deberá trabajar.
Para mitigar el incremento de menores que se ven en esta situación, la Organización Internacional del Trabajo reiteró la importancia de reforzar las medidas de protección social, entre las cuales se debe priorizar a las familias con mayor riesgo de caer en trabajo infantil.
Además de que el gobierno debe garantizar la entrega de apoyos a través de programas de transferencia de efectivo y el acceso a la atención médica.