Los represos tipo gaviones han emergido como una solución esencial en la lucha contra las inundaciones y los desastres naturales, especialmente en regiones propensas a lluvias torrenciales. Estas estructuras, diseñadas para controlar el flujo de agua y filtrar sedimentos, se han convertido en una herramienta clave para proteger áreas urbanas y transfronterizas.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en los últimos cinco años, la construcción y mantenimiento de represos han reducido en un 35% las viviendas afectadas por inundaciones en zonas de riesgo. Además, el Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) reporta una disminución del 25% en los daños económicos relacionados con desastres hidro-me-teo-ro-ló-gi-cos.
En Nogales, Sonora, la implementación de estos represos es especialmente relevante. La ubicación geográfica de la ciudad y los desafíos transfronterizos la convierten en un punto crítico. El Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP) está desarrollando un atlas de riesgo, con el apoyo financiero del Banco de Desarrollo de América del Norte, en el que se incluye la construcción de represos tipo gaviones. Este atlas será crucial para identificar las áreas más vulnerables y orientar la construcción de estas estructuras en sitios estratégicos.
Los represos no solo funcionarán como barreras físicas, sino también como filtros naturales, permitiendo el paso del agua mientras retienen los sedimentos y escombros que podrían generar daños significativos en ambas Nogales: Sonora y Arizona. La implementación de este proyecto fortalece la colaboración binacional y protege tanto a la comunidad como al entorno natural.
Este esfuerzo conjunto entre gobiernos locales, instituciones internacionales y la sociedad civil es fundamental para mejorar la infraestructura de prevención en Nogales. Con un enfoque basado en datos y estudios precisos, la ciudad avanza en su misión de reducir el impacto de las lluvias torrenciales, asegurando la seguridad y el bienestar de sus habitantes.