En México, el fenómeno de las viviendas abandonadas ha cobrado relevancia en los últimos años, reflejando no solo un problema de infraestructura y urbanización, sino también una preocupación social y de seguridad para las comunidades afectadas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2020 había aproximadamente 5 millones de viviendas deshabitadas en el país, representando el 14.2% del total de viviendas.
Las viviendas abandonadas, especialmente las que son muy antiguas, presentan riesgos significativos tanto para la salud como para la seguridad de los vecinos. La falta de mantenimiento puede convertir estos espacios en refugios para animales y plagas, lo que puede derivar en problemas sanitarios. Además, estas propiedades suelen ser utilizadas por personas para actividades ilícitas, aumentando la percepción de inseguridad y el índice de delitos en la zona.
Los vecinos de las viviendas abandonadas a menudo enfrentan problemas adicionales, como el aumento de basura y escombros en el área, vandalismo y la ocupación ilegal de estas propiedades. Según el INEGI, los estados con mayor número de viviendas deshabitadas son el Estado de México, Jalisco, Veracruz y Puebla. En Nogales la peculiaridad es que sus propietarios migraron a Estados Unidos, y son casas del siglo pasado hechas de adobe, material que al humedecerse representa un peligro, y es por ello que el municipio inicio un estudio de ubicación para su posterior demolición.
La Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano ha señalado que este fenómeno se debe en parte a la mala planeación urbana y la construcción de viviendas en zonas alejadas de los centros de trabajo, lo que ha llevado a que muchas familias decidan abandonar sus hogares en busca de mejores oportunidades . Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en 2020 había aproximadamente 5 millones de viviendas deshabitadas en el país, representando el 14.2% del total de viviendas.
Es fundamental que tanto autoridades como ciudadanos trabajen en conjunto para encontrar soluciones efectivas que no solo rehabiliten estos espacios, sino que también prevengan su abandono futuro.