Lejos de mejorar, la labor del campo se ha ido convirtiendo en una actividad poco rentable, la carestía y la ausencia de apoyos alejan cada vez más el interés de los productores.
Un ejemplo de ello es Adolfo Campoy y su familia, quienes han trabajado el campo como productores por más de 25 años, sin embargo en la actualidad consideran que no es un negocio rentable, los precios y ahora la amenaza del gobierno por dejarlos sin apoyos ante el bajo precio del trigo los deja a la deriva, dejando temor y preocupación por lo que se aproxima.
"El campo cada vez está más olvidado, no hay apoyos y los insumos cada vez son más caros, ahorita hay un rezago tremendo y ya no es negocio", externó.
El costo de producción por hectárea para el productor es de 43 mil pesos, pero al manejarse actualmente un precio de 4,900 por tonelada, no alcanzarán a llegar ni siquiera al costo de producción, un tema que ha causado temor entre los productores.
Actualmente el sector agrícola se mantiene a la espera de apoyos por parte del Gobierno Federal, un subsidio que los ayude a salir con los gastos de producción, sin ni siquiera la esperanza de alguna utilidad.
"El gobierno estatal y federal nos tiene olvidados, destinan el apoyo a otros programas y no se dan cuenta que el campo es el sustento para todos", lamentó.