Sobre los límites de Navojoa con la comunidad de San Ignacio Cohuirimpo se encuentra una cruz jesuita, instalada en 1728 durante la evangelización de la tribu mayo, sin embargo una obra en construcción ha puesto en peligro el histórico recinto.
"Llegó el momento en que pasó el ejército y llegaron los misioneros a sanar todas las heridas, además de evangelizarlos y con ello trajeron la Cruz a nuestro pueblo mayo", indicó Francisco Borbón Morales, promotor cultural yoreme.
Autoridades indígenas aseguran que defenderán su legado de casi 300 años, debido a que la cruz instalada en San Ignacio ha sido punto de encuentro de los pueblos yoreme del sur de Sonora, durante sus fiestas tradicionales.
"Yo se que no lo vamos a perder, pues ahí no solo es un monumento histórico, sino que ahí es donde conviven los fiesteros y fariseos que vienen de Cohuirimpo y se encuentran con los de Navojoa, por lo que al hacer el ritual ahí, nos marca que es el pleno respeto al territorio de cada base", puntualizó Juan Pérez Gil, asesor de los gobernadores tradicionales de la base de Pueblo Viejo y Cohuirimpo.
Ante la exigencia de las autoridades indígenas, el Ayuntamiento mantuvo una reunión con los constructores, donde se confirmó que la Cruz no se retirará, para conservar así el patrimonio indígena de la Nación Yoreme - Mayo.