En un operativo conjunto, fuerzas policiacas y militares lograron el aseguramiento de 11 cámaras de videovigilancia utilizadas por grupos de la delincuencia organizada en Ciudad Obregón, Sonora. Estas cámaras se encontraban estratégicamente instaladas en postes de energía eléctrica y de telecomunicaciones en distintas colonias, como San Rafael, Primero de Mayo, San Anselmo, Del Valle y Cajeme.
El equipamiento era empleado por los criminales para realizar actividades de "halconeo", monitoreando los movimientos de las autoridades en la zona. Este tipo de vigilancia ilegal permitía a los grupos delictivos planear sus actividades y evadir operativos policiales.
Con el desmantelamiento de estas cámaras, las autoridades buscan restar capacidad operativa a los grupos criminales, además de reforzar la seguridad en la ciudad. Este tipo de acciones forman parte de los esfuerzos coordinados entre fuerzas de los tres niveles de gobierno para combatir el crimen organizado y restablecer el orden público en la región.
Los dispositivos asegurados serán sometidos a investigación para identificar posibles responsables y fortalecer las acciones legales en contra de estas organizaciones criminales.