Son más de mil personas afectadas directamente por el presunto fraude de Armpreson, específicamente de Bancomer, quienes piden una reestructuración de sus cuentas.
Decenas de personas, en su mayoría jubilados y pensionados, están frente a las oficinas de Bancomer en pleno centro de la ciudad esperando la atención de alguna autoridad bancaria.
El líder del grupo señaló que ya son varias personas afectadas directamente en su salud por la depresión que los ha llevado incluso a atentar contra su propia vida.