La polémica por la renovación del convenio entre el Gobierno de Cajeme y Solaqua comenzó desde antes de que Javier Lamarque Cano asumiera la alcaldía y a casi tres meses continúa como tema de funcionarios y exfuncionarios.
En julio de este año, el exalcalde Sergio Pablo Mariscal señaló que se renovaría el contrato con la empresa tratadora de aguas residuales por 5 años más, sin embargo la deuda continuaría igual.
En respuesta, el entonces alcalde electo Lamarque Cano dijo que no era necesario que se firmara y que le dejarán a su gobierno manejar esa situación, pero eso no sucedió y la firma se plasmó.
En las últimas semanas, directivos y exdirectivos del Oomapasc se han deslindado de esa responsabilidad; en su comparecencia, Sergio Pablo Mariscal afirmó que Javier Lamarque era consciente de lo que se firmaba y en respuesta, el Presidente Municipal desmintió a su antecesor.
Al momento, el Ayuntamiento está "amarrado" por 5 años más por Solaqua y con una deuda por 235 millones de pesos.