El río mayo ha sido la cuna de los primeros asentamientos en el Sur de Sonora, sin embargo actualmente atraviesa por su peor crisis ecológica y a pesar de los múltiples esfuerzos para su rescate, estos han quedado sólo en papel.
"Nada más toman al Río Mayo como bandera política, lo utilizan nada más para saquearlo cuando viene semana santa o cuando hay algún evento donde puedan sacar algún recurso para llevárselo a las arcas del Ayuntamiento o a las radiodifusoras y cervecerías", afirmó Dolores Sol Rodríguez, activista navojoense.
Tan sólo en Navojoa, el 90 por ciento de los álamos ubicados en el área recreativa se encuentran completamente secos, por lo que autoridades talaron el 50 por ciento de ellos, sin reforestar el área hasta el momento.
Mientras que en su cuenca, es común observar basura, animales muertos y un gran porcentaje de aguas negras, sin que ninguna autoridad sancione a los causantes.
A principios del mes de noviembre, agricultores, funcionarios y el sector empresarial del Sur de Sonora se unieron bajo la campaña "Salvemos al Río Mayo", sin embargo la euforia del momento se fue disolviendo, por lo que hoy, miembros de ese movimiento exigen alzar la voz nuevamente.
"Yo no vi, ni veo la participación de todos los que en su momento nos reunimos muy molestos y preocupados por la situación de nuestro río, es muy importante que nos reunamos y exijamos un verdadero rescate", señaló Sol Rodríguez.
Tras la presión social, el Ayuntamiento de Navojoa lanzó el programa "Salvemos nuestras raíces", donde se comprometió al constante riego de árboles, mismo que ya abandonó y a la reforestación de 400 álamos, para mediados del mes de marzo.
"Aproximadamente para el 15 de marzo empezarías a plantar los nuevos álamos, vamos a plantar puras especies endémicas y continuaremos esforzándonos para gestionar un sistema de riego por goteo, para que los mismos árboles plantados se queden con riego asegurado durante todo su desarrollo", puntualizó Cristian Corral Mendívil, director de Ecología Municipal en Navojoa.
Sin duda alguna, el deterioro y abandono del Río Mayo es culpa de la indiferencia de administraciones anteriores en conjunto con la ciudadanía, por lo que es de suma importancia tomar cartas en el asunto para rescatar al "Pulmón del Valle del Mayo".