Si de turismo colonial se trata, el Pueblo Mágico de Álamos al sur de Sonora es la principal referencia en el noroeste del país, sin embargo debido a la pandemia, las autoridades prohibieron el paso a toda persona ajena al municipio.
"Vemos con tristeza que de marzo a la fecha, Álamos está en crisis y olvidado, en el sentido en que no estamos autorizando a que entren turistas al pueblo", informó Víctor Balderrama Cárdenas, alcalde de Álamos.
Sus museos, haciendas coloniales, fantasmas y callejones, son el escenario perfecto para múltiples festivales culturales, los cuales dejan una derrama económica de 700 millones de pesos al año; debido al aislamiento social, se calculan pérdidas de al menos un 25 por ciento.
Por casi dos meses, las autoridades bloquearon la entrada y salida al pueblo, por lo que los pequeños comerciantes ya resienten la ausencia del turismo.
"La economía actualmente está muy baja, se encuentra por los suelos, no se ha podido levantar y con esta enfermedad está peor; ahorita ningún turista nos puede consumir, pero vender al pueblo también se ha dificultado debido a que hubo recortes en los trabajos y la gente no tiene con que vivir", explicó Norberto Figueroa, comerciante con 27 años de antigüedad en el Mercado Municipal.
A pesar de que Álamos tenga más de 300 años de antigüedad, fue hasta el año 2005 cuando recibió el nombramiento de Pueblo Mágico, desde entonces la también llamada Ciudad de los Portales cuenta con 26 hoteles y 350 habitaciones disponibles para recibir a turistas de todas partes del mundo y del país cada año, siendo el Turismo Colonial una de sus actividades económicas principales.