El miércoles de ceniza es una de las fechas más esperadas por el catolicismo, debido a que marca el inicio de la cuaresma, además de la pasión y resurrección de cristo.
"Para nosotros como cristianos, también es entrar en oración, en ayuno, sacrificio y hacer obra de caridad, porque es elemental para seguir creciendo en el seguimiento de Jesús de una manera espiritual y de una manera plena", José Sabino García Gutiérrez, párroco de la Iglesia de San José en Navojoa.
Debido a la contingencia sanitaria, esta celebración por primera vez tendrá una serie de modificaciones, desde la colocación de la ceniza en la coronilla de la cabeza para evitar el contacto, además de hacerlo en completo silencio.
Pero debido a la restricción en las iglesias, los feligreses podrán llevarse pequeñas cantidades de ceniza a sus casas para aplicarlas en niños y personas vulnerables, quienes no pueden acudir a los templos.
"Los sacerdotes del decanato acordamos de que íbamos a favorecer a nuestros feligreses entregándoles la ceniza, algunos traerán sus utensilios y ahí se los llenaríamos, pero también tendremos la iniciativa de poner un poco de ceniza en papel celofán y que ellos se la apliquen a sus familiares", precisó García Gutiérrez.
A pesar del "Código Rojo" las autoridades de salud autorizaron la aplicación de la ceniza de manera presencial durante cada hora, pero con un 25 por ciento de la capacidad de cada iglesia y bajo todos los protocolos de salud.