En una de las colonias màs marginadas de Navojoa, se encuentra la familia Ventura Avilés, una pareja de adultos mayores de bajos recursos.
Francisco Ventura sufre de una enfermedad que lo mantiene postrado a una silla de ruedas y poco a poco debilita sus habilidades motrices, pero además padece de constantes ataques epilépticos que ponen en riesgo su vida.
La familia no cuenta con servicios básicos luz y agua, almacenando el líquido que sus vecinos le pasan en botellas de refresco, sin embargo solo les dura tres días.
Para esta Navidad, la familia Ventura Avilés desea una silla de ruedas nueva, medicamentos y sobre todo un rompecabezas, debido a la terapia de Francisco para mantener fresca su mente.