Por màs de 200 años la comunidad indígena Mayo en Pueblo Viejo recuerda a sus fieles difuntos colocando tapancos en sus hogares y templos, tradición que se remonta hacia la llegada de los jesuitas al Valle del Mayo.
Durante nueve días, los familiares colocan alimentos, dulces, bebidas entre otras cosas al altar de sus difuntos, pues esperan el día en que su alma los visite.
A pesar de los tiempos modernos, entre los niños de la tribu aún no se pierde el interés por continuar celebrando las tradiciones indígenas, como se ha hecho por generaciones.