Jefe de Hizbulá condena ataque a edificio residencial en Beirut
Hasán Nasrala, líder del grupo chií libanés Hizbulá, condenó el bombardeo israelí que el pasado martes destruyó un edificio residencial en el suburbio meridional de Haret Hreik, a las afueras de Beirut.
El ataque, dirigido inicialmente contra uno de sus comandantes, dejó un saldo trágico de cinco civiles muertos y más de 70 heridos.
Nasrala, en su primer discurso desde el bombardeo, describió el ataque como un "crimen" contra una zona civil llena de familias. Según el Ministerio de Salud Pública del Líbano, entre las víctimas se encontraban dos menores y un asesor militar iraní. El ataque también mató a Fuad Shukr, un alto comandante de Hizbulá.
El líder de Hizbulá criticó duramente la acción israelí, calificándola de "propaganda falsa" y subrayó que la ofensiva no tuvo en cuenta las vidas civiles, incluyendo mujeres y niños. Nasrala también desmintió las acusaciones israelíes de que su grupo estuviera detrás de un proyectil que mató a doce menores en los Altos del Golán el pasado sábado.
Israel justificó el bombardeo como una respuesta al ataque del sábado, que el gobierno israelí atribuyó a Hizbulá y, en particular, a Shukr. Sin embargo, Hizbulá se ha desvinculado de este ataque y ha llamado a la acción israelí una forma de engaño.
Los recientes eventos han aumentado los temores de una escalada significativa entre Hizbulá y el Estado israelí. Los dos bandos llevan casi diez meses en un intenso intercambio de fuego a través de la frontera, lo que ha generado una creciente preocupación por la posibilidad de un conflicto a gran escala.