Empanadas de calabaza, cajeta, piloncillo, también coyotas y coricos son los deliciosos postres que se pueden encontrar en el kilómetro nueve una pueblito rumbo a la presa alvaro obregon donde sus habitantes son quienes hornean estas delicias
Víctor es un hombre que desde hace 4 años junto con su esposa y tres hijos iniciaron con este negocio con la receta de la abuela, pues vieron una oportunidad para crecer y seguir con el negocio de la familia
Los fines de semana hay mayor demanda, para un domingo se necesitan al menos 100 kilos de harina, 5 o más calabazas, kilos de cajeta y piloncillo. Para que rinda rinda el día, se empieza hornear desde las 10 de la mañana hasta las 7 de la tarde, pues esta es la única manera de poder cumplir con las necesidades de los clientes, ya que durante todo el dia pasan por el lugar y siempre compran para llevar
Poco a poco las ventas han ido incrementando y con ello tomando reconocimiento. Este negocio familiar les ha permitido que hoy dos de sus hijos estudien la universidad y el otro está en la preparatoria
Al igual que esta familia hay decenas de puestos donde se pueden encontrar estos deliciosos postres hechos a mano muy tradicionales en la zona