Las terapias familiares de los internos del ITAMA son virtuales
Con el uso de la tecnología, el Instituto de Tratamiento y de Aplicación de Medidas para Adolescentes (Itama) en Sonora, ha innovado la forma de atender en sus sesiones a padres de familia de jóvenes en proceso de reinserción social durante la pandemia, aseguró el director general, Pedro Beltrán Valenzuela.
El funcionario estatal explicó que durante la contingencia por COVID-19, la implementación de este mecanismo de atención a distancia, ha presentado un significativo incremento en la atención individual y familiar, del 99 por ciento de la población con terapias, lo que aporta a una sana reinserción social y familiar.
Muchos padres antes de la pandemia, refirió, se veían imposibilitados a acudir a las sesiones, especialmente los que se encuentran en otros municipios, pero ahora con el uso de la tecnología se ha detectado una participación activa de los tutores de los jóvenes.
La instrucción del secretario de Seguridad Pública, David Anaya Cooley, durante la pandemia de buscar nuevas formas para atender a los padres y no dejar de brindarles las terapias, fue subsanada con las sesiones virtuales, aseguró.
"La participación de los padres de familia antes del confinamiento estaba al alrededor del 34%, ahora con gran satisfacción reconocemos el esfuerzo realizado por parte del personal adscrito y la favorable aceptación de las familias, pues se han realizado 11 mil 258 atenciones individuales y grupales a través de llamadas y videollamadas desde el inicio del confinamiento a la fecha", precisó.
Actualmente, en los cinco Centros de Internamiento con los que cuenta Itama en el estado, se tiene una población de 238 jóvenes y la reincidencia es de un 15 por ciento.
Beltrán Valenzuela expresó que este fenómeno en el incremento de sesiones virtuales familiares e individuales, se reflejó simultáneamente en la atención que Itama brinda en externamiento.
El titular del Itama agregó que también los horarios de las sesiones se extendieron y los recursos terapéuticos se ajustaron a las necesidades imperantes enfocando prioridades, trabajando con temas como: ansiedad, depresión, duelo, uso efectivo del tiempo, conductas antisociales, adicciones y violencia familiar.