Él es Rigoberto Amarillas mejor conocido como (Rigo, el del camión azul), muchas personas del poblado de Bácum lo conocen, para mí y creo que para muchos, él es una persona muy amable y entregada a su labor, tanto así que ayer por la noche se ganó mi admiración y respeto, aquí les platico porque.
A él, le tocó trabajar en la última hora de Obregón-Bácum, al llegar al campo 29 una señora de edad muy avanzada le dice que se le pasó su bajada (era en el campo 27), esto porque se quedó dormida, y él no titubeo, tampoco tardo ni un segundo, con una calma, paciencia y gusto le respondió "siéntese, no se preocupe, ahorita la llevo", lo único que pensé es que chingón (en buen plan) que a pesar que trae una ruta y a personas queriendo llegar a casa, se tomó el tiempo de regresar unos cuantos kilómetros atrás y gastar un poco más de su combustible, en lugar de dejar a la señora en una calle tan oscura.
En el camión ninguna persona alzó la voz en reclamo por su acto, señal de que apoyaron la decisión de Rigo, cosa que me dio alegría. Este es un acto de corazón, que merece ser conocido y aplaudido por todos, muchas veces solo nos damos cuenta de las cosas malas que suceden, pero también hay cosas como estas.
¡Felicidades, Rigo! Eres otro héroe sin capa.