La realización del Mundial Sub 23 de Beisbol en Ciudad Obregón no dejó una derrama económica significativa, esto debido a que el evento se desarrolló en una burbuja para que todas las involucradas en el certamen cumplieran con los protocolos covid.
Fueron 220 personas las que estuvieron en la ciudad durante la justa beisbolera, entre jugadores, entrenadores y umpires, y no se les permitió el acompañamiento de familiares.
Las restricciones limitaron el movimiento de las distintas delegaciones, por lo que los visitantes no tuvieron la oportunidad de visitar otros lugares.
Donde sí se tuvo derrama fue en el sector hotelero, ya que se generaron ganancias por arriba de los 3 millones de pesos.