Es un deber de caridad y de justicia pedir este y todos los días por las personas que ya han fallecido, afirmó Mons. Felipe Pozos Lorenzini al celebrar la misa con motivo de la fiesta de los fieles difuntos.
El obispo electo de Ciudad Obregón, dijo que este día la Iglesia pide por todos los difuntos, especialmente por aquellos que no han alcanzado el cielo, ya que según la tradición cuando una persona muere llega antes al purgatorio, de donde logran salir con la ayuda de la oración.
Afirmó que cuando una persona es concebida viene al mundo con cuerpo y alma y que la muerte representa la separación de estas dos realidades, un cuerpo que se queda y un alma que nunca muere, sino que es llamada por Dios para volver a su casa.
Para quienes están vivos, agregó, la muerte debe ser vista como el medio para tener un encuentro con Dios y con los seres queridos que ya anteriormente han partido y que con ayuda de la oración alcanzaron el cielo, junto con muchas otras almas.
"Nuestra patria es el cielo y tenemos que estar preparados para este momento sin preocuparnos por cómo será, cuándo llegará. Estamos en las manos de Dios, así como Dios nos llamó al mundo en el mejor momento, nuestra muerte también será en el mejor momento", resaltó.
Pozos Lorenzini dijo finalmente que la mejor manera de prepararnos para la muerte será siempre viviendo intensamente cada día desde la posición en la que nos encontremos y mientras ese momento llega no olvida nunca la importancia de rezar por quienes ya murieron aunque tengan muchos años de haberse ido.
El obispo electo de Ciudad Obregón transmite misas en su página de Facebook todos los días a las 6:30 am, tiempo de Sonora. Ahí mismo transmite Hora Santa los jueves y domingos a las 9 pm. Estas transmisiones se seguirán llevando a cabo de esta manera hasta unos días antes del 14 de noviembre, cuando viaje desde Puebla para tomar posesión formal como VII obispo de la Diócesis.