La pesca en Sonora corre el riesgo de desaparecer, ese es el panorama que ve la gente dedicada a esta actividad, por una serie de dificultades.
Solo opera el 20% de las 3 mil pangas tan solo en el caso de Benito Juárez, el precio de la gasolina se ha disparado teniendo que pagar 30 pesos por litro, a veces pagan 900 pesos por 30 litros, están varados sin poder trabajar ya que no sacan producto suficiente para recuperar lo invertido en la gasolina. Tampoco se respetan las vedas lo que provoca escases. Y el gobierno de Andrés Manuel López Obrador eliminó los programas sociales que antes se tenía para los trabajadores, los pescadores ahora solo reciben 7 mil pesos para todo el año.
Este 2024 lo consideran el peor año para la pesca.
La desesperación los aplasta. Como a Manuela Araiza, iriginaria de Paredón Colorado. Desde los 8 años de edad aprendió la actividad pesquera gracias a su padre. Ahora 50 años después a dedicado su vida al mar junto a su esposo.
Incluso recientemente se endeudó con un motor nuevo para su panga con la esperanza de eficientar su trabajo. La crisis que atraviesa la pesca ha provocado que no haya recuperado ni la inversión ni pueda sacarle provecho.
Vive al día. Cuando no hay camarón se van a marea para sacar mercancía, pero ya no pesca ni para el diario.
El día de ayer indignados se reunieron con autoridades tradicionales y representantes de los diputados locales para exigir una solución. Se les prometió que están gestionando un apoyo de 10 mil pesos para cada familia, pero todavía no es un hecho y de ser así sería realidad hasta 2025.