La reciente apertura de un centro comercial chino y varios establecimientos similares en la ciudad ha generado preocupación entre los comerciantes locales, quienes califican esta situación como una forma de competencia desleal que pone en riesgo sus negocios.
De acuerdo con representantes del comercio establecido, los negocios chinos están llegando de manera masiva y operan bajo condiciones que consideran poco equitativas.
Los comerciantes señalan que el crecimiento de este tipo de negocios podría derivar en el cierre de varios locales, especialmente en el mercado municipal, que depende de clientes locales para subsistir.
Han pedido a las autoridades municipales y estatales que regulen la expansión de este tipo de establecimientos.
A pesar de las quejas, las autoridades no han tomado medidas concretas hasta ahora, la falta de regulación preocupa aún más a los empresarios locales, quienes temen que esta situación se agrave a largo plazo.