El grupo de Rastreadoras de Ciudad Obregón, que se encargan de la búsqueda de desaparecidos y desaparecidas en la región, podrían establecerse como una asociación civil, según lo que se expuso en su reunión con Regidores del municipio de Cajeme.
Fue a través del acuerdo 316 que se aprobó en cabildo el pasado 31 de agosto, se realizó este encuentro para conocer las necesidades de este grupo de voluntarias y voluntarios, quienes en diferentes ocasiones han expuesto que trabajan con donaciones y en ocasiones sus propios recursos, en la búsqueda de personas desaparecidas, un trabajo que realizan desde hace dos años en Cajeme y sus alrededores.
Durante el encuentro se han llegado a diferentes acuerdos, como el gestionar que Rastreadoras de Ciudad Obregón se forme como asociación civil, que se cuente con la colaboración del Instituto de la Mujer, sino solo para movilidad, sino para atención psicológica, orientación, entre otros puntos.
La regidora Alma Aurora Preciado, propuso la creación de un banco de datos, ya que las cifras de desapariciones no son precisas, recordemos que las Rastreadoras tienen su propio conteo, mismo que difiere al de Fiscalía y al de otros grupos de activistas. Además señaló que es necesario un programa de prevención, en lo cual coincidieron varios de los regidores presentes.
Rafael Delgadillo, Regidos, mencionó la necesidad de que se destine un presupuesto municipal, para este grupo y que así se asegure la atención a las Rastreadoras, aun cuando acabe la actual administración.
Una de las principales necesidades es la movilidad, ya que no cuentan con vehículos apropiados para entrar a los terrenos en donde realizan los rastreos. Hasta ahora, ellas mencionan que han recibido apoyo por parte del Instituto de la Mujer, pero requieren de un apoyo constante y un vehículo a disposición.
Recordemos, que las Rastreadoras de Ciudad Obregón tienen un conteo de más de 50 cuerpos exhumados en distintas fosas clandestinas, a través del trabajo que ellas realizan. Recientemente, en una de sus búsquedas, Nora Lira encontró a su hija Fernanda, justo en el segundo aniversario de su desaparición.