A veces, cuando amas lo que haces, buscas darle un toque único. Así lo demostró el periodista Carlos René Padilla. Él se disfrazaba de personajes para hacer sus notas.
"Podía abordar de diferente manera el reportaje. Si vas y te plantas y te transformas por un momento en esa persona empiezas a ver de diferente forma como son.", relató Padilla.
Se disfrazó de policía, prostituto, limosnero, recolector de basura, persona con discapacidad en silla de ruedas, entre muchos otros. De todos sacaba historias y eran las más leídas del periódico.
"A partir de ahí empiezas a hacer otro tipo de crónicas, otro tipo de historias y a la gente le llama más la atención. Ya después con esa historia ya vas y buscas a las autoridades. Ya no te quedas nomás con lo que te dicen.", agregó el periodista.
A esta práctica se le llama periodismo gonzo. Consiste en convertirse en actor activo de su nota, influyendo de forma directa en la información y escribiéndola en primera persona como si el hecho le estuviera sucediendo a él. Carlos escribió diversos reportajes con este estilo, 12 de ellos los recopiló en su libro de crónica Hércules en el desierto.
"Sí fue una época muy padre estar haciendo ese tipo de periodismo y también me ayudó a ver cómo piensan esas personas.", recordó Carlos René Padilla.
Pese a buscar nuevos caminos para informar, el periodismo en ocasiones se ha visto orillado a la autocensura. Aunque haya cambiado la dinámica de informar, los medios y sus periodistas siguen luchando por llevar la verdad.
"El manual del periodismo se escribe todos los días sobre la libreta que cargas porque tratamos con gente que no te dice la verdad, o te da su versión de los hechos, o te oculta datos por miedo a señalar algo indebido. Así que tienes que aprender todo sobre la marcha. Destapar el olfato periodístico." ?Carlos René Padilla, Hércules en el desierto.