Luego de viralizarse en redes sociales los extraños ruidos durante la madrugada, se dio a conocer que se trataba del trabajo de un cañón de gas acetileno en el campo agrícola la coronilla, ubicado en la comunidad de Bahuises, a siete kilómetros de Navojoa.
Los productores agrícolas utilizan el cañón para proteger la siembra de papas, pues es el cultivo màs susceptible al frío, donde la temperatura de cero a dos grados, pueden echar a perder la totalidad del cultivo.
Cada sistema antigranizo puede llegar a costar hasta un millón 600 mil pesos, el estallido del gas acetileno no representa daño alguno al medioambiente, contrario a la práctica de quema de llantas, donde se daña la capa de ozono.
Esta tecnología es novedosa en el Valle del Mayo, por lo que los productores jamás imaginaron que generaría pánico entre la ciudadanía.