Según datos del C5 durante el 2023, se presentaron mil llamadas telefónicas de intento de extorsión y secuestro virtual en Sonora, lamentablemente 110 casos si cayeron en la trampa; a estas estadísticas se le suma la cifra negra, miles de llamadas de extorsión que jamás son reportadas o por miedo o por que la población ya sabe que tiene que hacer.
Históricamente, ha sido el último bimestre del año la temporada de mayor riesgo; los pagos de aguinaldos y gratificaciones de cierre año aportan al mayor flujo de dinero, lo cual también representa riesgo.
El sur de Sonora ha sido escenario también de este tipo de modalidad, durante junio del 2023 en Navojoa se reportaron tres casos consumados por secuestros virtuales, uno de ellos ante el temor terminó por pagar 40 mil pesos.
En el caso de Cajeme los reportes ante seguridad pública van en aumento y por lo menos cada mes nos enteramos de que alguna familia fue rescatada de los secuestros virtuales, éstos que te mantienen a través de engaño aislado mientras que en otra línea amedrantan a tu familia y le exigen el pago, en este caso son los jóvenes los que caen en las redes, mientras que en fraude y extorsión son los adultos mayores los de alto riesgo.
"Yo les recomiendo que no se asusten, revisen bien de donde proviene la llamada, muchos hablan con mensajes de un familiar del extranjero o una mamá o hijo enfermo, esa es la modalidad, pero lo que se debe hacer es colgar o no contestar y denunciar directamente al 911", describió el comisario de Seguridad Pública, Lázaro Ariel Parra.
En un reporte hecho por Coparmex a nivel nacional, durante los primeros 4 meses del año 2024 fueron 3,765 personas en el país víctimas de extorsión. El Estado de México, así como Colima, Morelos, Guanajuato y Nuevo León se ubicaron en los primeros cinco lugares, mientras que Sonora en lugar número 22.
De acuerdo a la fiscalía general de justicia del estado, los extorsionadores piden en promedio entre 12 mil y 20 mil pesos a sus víctimas.
El principal modus operandi es amedrentar a las víctimas a nombre del crimen organizado. Aunque según la Fiscalía hasta el 80% de los casos se han prevenido, es una amenaza latente en cada cierre de año donde las víctimas no sólo sufren por la pérdida económica, el engaño y el sentirse vulnerables los hace también avergonzados y con traumas de inseguridad que podrían durar meses.