Debido a las altas temperaturas, se dejó de realizar el trabajo de pesca de pez diablo en la Laguna, pero se continuo con la colocación de algunas trampas en la Laguna del Náinari para controlar su presencia, ya que aún no es posible su erradicación.
Omar García, explica que la importancia de controlar a este pez, es que al ser una especie invasora, no tiene depredadores naturales y genera sobrepoblación de estos peces, y se comen los huevesillos de otras especies y con el paso del tiempo puede llegar a desaparecerlas.
El gerente de la Inmobiliaria Cajeme, dijo que el pez diablo es extremadamente resistente y hay peligro que si este llega a trasladarse al canal bajo, llegar al dique o hasta la presa, podría generar problemas a.los pescadores.
Entre los peces capturados en semana pasadas, encontraron que algunas hembras estaban por desovar, cuando se creía que esto ocurre en temporada de frío.
Fueron alrededor de cien peces diablo los que se sacaron por parte de los colectivos de pescadores, pero por ahora se seguirá con las trampas.
Estás medidas no erradicará al pez diablo, ya que la única opción sería secar la laguna del Náinari.