Universidad para el Bienestar: La esperanza del joven indígena
En México, sólo el 20 por ciento de los jóvenes indígenas logran ingresar a la universidad, debido a la falta de recursos, la discriminación o incluso la lejanía entre su hogar y la escuela; Este es un reto que busca combatir el Gobierno Federal con la creación de la Universidad para el Bienestar.
Clarissa, es una joven originaria de la comunidad indígena de Yavaritos en el municipio de Huatabampo, quien desde muy temprano recorre más de 17 kilómetros para llegar a la universidad, en la comunidad de Masiaca, en Navojoa.
"Pues normalmente yo salgo a las 06:40 am de mi casa, camino tres kilómetros a la carretera internacional, ese caminar tarda alrededor de 30 minutos y de ahí tomo el camión todos los días a las 07:20, y hago algunos 20 minutos para llegar a la escuela y estar puntual a las 08:00 de la mañana para iniciar mis clases", Clarissa Aurora Rodríguez Corral, estudiante de segundo semestre.
En el Sur de Sonora, existen tres planteles de la Universidad para el bienestar, ubicados en los municipios de Quiriego, Navojoa y Etchojoa, donde poco más de 340 jóvenes indígenas, pueden estudiar las carreras de Médico Veterinario, Procesos Agroalimentarios y Acuacultura.
La Universidad para el Bienestar, representa quizá, la única esperanza de superarse para los jóvenes en las comunidades indígenas, pues el estudio es completamente gratuito y además se le entrega una beca de aproximadamente cuatro mil 800 pesos bimestrales.
"Aquí no se les pide un examen de admisión ni se les cobra absolutamente nada, pero se les beneficia con una beca bienestar, lo cual les permite estar estudiando sin tener una preocupación económica, que los presione por abandonar sus estudios", señaló Guadalupe Patrón Meza, Coordinadora del Plantel Masiaca.
En Masiaca, sólo dos de cada 10 jóvenes tenían acceso a una educación universitaria, pero tras la llegada de la Universidad para el Bienestar, aumentó a siete de cada 10; actualmente el plantel tiene una lista de aspirantes de hasta 100 jóvenes para el próximo ciclo escolar.
"Estamos rescatando mucho alumno que sentían que no tenían futuro y aquí se les ha dado una oportunidad de progresar y desarrollarse, e incluso hay alumnos que estudian en otras universidades y han mostrado su deseo de cambiarse a este plantel", puntualizó Patrón Meza.
A casi un año de su inauguración, hasta el momento los planteles no cuentan con un edificio propio, por lo que deben tomar clases de manera presencial en escuelas primarias de la comunidad; Y en el caso de Masiaca, se espera que en el próximo mes, inicien los trabajos de construcción de la Universidad para poder egresar a la primera generación de ingenieros en Agroalimentos de la Región.
