El COVID-19 ha modificado el estilo de vida de toda la población, desde cambiar hábitos de higiene personal y la manera en cómo la sociedad se relaciona con otros? y entre estas modificaciones también se encuentran las relaciones sexuales.
Si bien, la enfermedad no es de transmisión sexual, sí se propaga por medio de la saliva, por ello, las personas deberán optar por relacionarse con una persona estable, de lo contrario, se corre el riesgo de contraer el virus y contagiarlo con familiares, amigos o compañeros de trabajo.
Estos nuevos hábitos deberán de aplicarse si lo que se pretende es no contraer el COVID-19, pues hasta que no exista una vacuna para erradicarlo, el peligro sigue latente.
"Cuando una persona tiene una relación formal de pareja es inminente puede ver contacto de persona a persona y eso hace de que pueda poner vulnerable a cualquiera de las personas en contacto con las secreciones, tomando en cuenta de que las personas que están conviviendo alrededor de la misma, no se saben si tienen una cuestión relacionada a portadores asintomáticos".