En México solo existen dos municipios donde la elaboración de esferas navideñas es el principal atractivo y la mayor fuente de ingresos, Tlalpujahua y Chignahuapan ubicado en la Sierra Norte del estado, aquí las calles y los negocios se adornan cada navidad con miles de esferas navideñas.
Desde hace años, la elaboración de esferas navideñas de diversos tamaños y colores es el principal centro económico en Chignahuapan, aquí en cada calle existen al menos uno o dos talleres que dan empleo a los pobladores del lugar. Doña Alberta junto con su familia en su casa-taller elabora esferas que son del gusto de miles de visitantes.
"Acá nosotros trabajamos a partir del mes de enero , trabajamos todo el año para vender en octubre, noviembre y diciembre, este es el trabajo que tenemos pues trabajamos de ocho a ocho puede ser, ósea este trabajo puede ser muy dedicado".
Sin embargo, para que una esfera llegue a su árbol de navidad no es nada fácil, se debe principalmente saber manipular bien el vidrio de diversos calibres que es la base principal de toda esfera.
"Es primero el globeo, se pone a una temperatura a altas temperaturas el vidrio y de ahí se va sacando el tamaño dependiendo de la esfera que se quiera es el calibre del vidrio, entonces ya saca su esfera y la pasa al proceso de pintura".
Azules, verdes, rojas, diamantadas, de diferentes figuras entre otras y todas ellas cumplen un propósito, alegrar la vida de las familias en esta Navidad, que se inicia con el trabajo desde inicios de cada año.
"Nosotros nos dedicamos a hacer esferas personalizadas, hacemos esferas para recuerdos, hacemos esferas para eventos, gracias a Dios tenemos trabajo porque nos buscan para hacer ese tipo de esfera".
Al año doña Alberta y su familia, elaboran un aproximado de 600 mil esferas, sintiéndose contentos ya que las mismas artesanías han llegado a la unión americana.
"Diariamente llegamos a producir hasta 3 mil esferas, hasta tres mil esferas y ya terminadas, realizamos el proceso completo y ya para sacarlos a la venta".
El orgullo es mayor para doña Alberta ya que ser artesana de este pueblo mágico y que sus esferas lleven alegría a los hogares de las personas que las compran, no tiene comparación ya que está es su gran pasión.
"Muy felices porque entregamos, adornamos a lo mejor muchas casas, la felicidad de saber de que el trabajo que hacemos con las manos, el trabajo que dedicamos mucho tiempo haga feliz a muchas familias".