El número de civiles que perdieron la vida por la violencia en Afganistán alcanzó niveles récord en los primeros seis meses de este año, con un total de mil 692 muertes, la mayoría por ataques y atentados suicidas de grupos extremistas.
La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) publicó este domingo un informe en el que asegura que la cifra de civiles fallecidos entre el 1 de enero y el 30 de junio pasado es el más alto para el mismo período desde 2009 y representan un aumento de 1.0 por ciento en relación a 2017.
Los ataques de los militantes y los atentados suicidas fueron citados como las principales causas de estas muertes, mientras que al menos tres mil 430 personas resultaron heridas durante los primeros seis meses de 2018, 5.0 por ciento menos, respecto al mismo periodo del año anterior.
En el primer semestre de este 2018, la UNAMA registró un total de mil 355 bajas infantiles, de las cuales 363 fueron muertes y 992 heridos, una disminución del 15.0 por ciento en comparación con el mismo período de 2017.
El reporte semestral de la UNAMA destacó que el número récord de civiles muertos se alcanzó pese al cese al fuego pactado entre el gobierno afgano y el movimiento fundamentalista del Talibán durante las festividades Eid al-Fit, que marcan el fin del mes sagrado del Ramadán.
"El breve cese al fuego demostró que la lucha se puede detener y que los civiles ya no tienen que soportar el peso de la guerra", comentó Tadamichi Yamamoto, el representante especial del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, para Afganistán.
Las provincias Nangarhar, Faryab, Helmand y Kandahar y la capital afgana, Kabul, fueron los sitios donde más actos de violencia y atentados cobraron la vida de civiles.
Yamamoto, también el jefe de la UNAMA, instó a todas las partes del conflicto en Afganistán a aprovechar todas las oportunidades para encontrar un acuerdo pacífico. "Esta es la mejor forma en que pueden proteger a todos los civiles", subrayó.
La UNAMA reiteró en su reporte su llamado a las partes en el conflicto para que aumenten sus esfuerzos por proteger a la población civil y las alentó a trabajar para llegar a un arreglo pacífico.