Vecinos y transeúntes denunciaron en días pasados la demolición de las paredes de este icónico edificio ubicado sobre la 11 sur y 7 poniente, justo frente al Paseo Bravo, el cual ha estado abandonado desde hace más de 20 años debido al deterioro que supuestamente sufrió en el temblor de 1999. Desde esa fecha ha estado en completo abandono, siendo que algunos delincuentes y personas en situación de calle aprovechan el espacio para resguardarse por las noches.
El ayuntamiento de Puebla acudió a mediados de mayo para realizar una inspección de la obra, la cual no contaba con los permisos necesarios para ser ejecutada, por lo que dejaron un citatorio al no encontrar a los responsables de la demolición, situación que jamás se concretó ya que nunca entregaron los permisos y por consecuencia fueron colocados sellos de clausura, los cuales hasta el momento continúan puestos y nadie se ha hecho presente.
En el lugar se puede apreciar el escombro que fue derribado desde la parte más alta de un edificio, el cancel está abierto y hay basura así como tinas de baño que se encuentran apiladas. Vecinos indican que puede ser un peligro el que la obra de demolición esté inconclusa, ya que mencionan las paredes están "sentidas" y un fuerte viento podría tirarlas provocando un accidente.