Los demócratas lograron mantener el control del Senado de Estados Unidos, tras confirmarse ayer la victoria de la senadora Catherine Cortez Masto en Nevada.
Con ello se frustraron los intentos republicanos de entorpecer la agenda del Presidente Joe Biden en los últimos dos años de su mandato.
Con el triunfo de Cortez Masto frente a su rival republicano Adam Laxalt, los demócratas aseguraron 50 bancas en el Senado, las mismas que tenían antes de las elecciones intermedias del martes, y las suficientes como para aliviar la presión a la espera del resultado de la segunda vuelta en Georgia, el 6 de diciembre. Los republicanos sumaban un total de 49 escaños.
Actualmente, la Cámara está dividida 50-50, y el voto de desempate es el de la Vicepresidenta Kamala Harris.