El olor de la SEMEFO lleva años molestando a poblanos
El Servicio Médico Forense, (SEMEFO) ubicado al sur de la capital poblana llega a recibir hasta 10 cuerpos diarios informó Efren Durand Aguilar, director de esta dependencia quien señaló que actualmente tardan alrededor de 24 horas en entregar el cadáver a los familiares, algo que en la anterior administración llevaba de 1 semana a 15 días.
Haciendo que los cadáveres se acumularan y se comenzará a expedir el olor propio de putrefacción y si bien autoridades de este lugar señalan que actualmente este ya no es tan intenso por la diversa tecnología con la que cuentan los poblanos asiduos de la zona mencionan que hay días en que es insoportable permanecer cerca del punto.
"Si realmente saca olores muy desagradables?mi hijo trabaja acá, entonces dice que hay días en los que de plano no se si por falta de refrigeradores" dijo Maribel Ríos, vecina del SEMEFO
La SEMEFO está ubicada en la prolongación de la 11 sur colonia Guadalupe Hidalgo a su lado derecho se encuentra una plaza comercial, enfrente está Casa de Justicia y a su lado izquierdo está el Centro Municipal de Equinoterapia y Rehabilitación Integral siendo este último de los más afectados.
"si la verdad ahorita en tiempos de calor, o sea huele demasiado feo y bueno nosotros que trabajamos cerca de aquí para los usuarios también es incómodo el olor" dijo Gabriela, vecina del SEMEFO
Según en el encargado actual de la SEMEFO se han realizado diversas mejoras a los espacios y a los contenedores al interior del servicio, pues cuando recibió la administración de este las condiciones eran deplorables ejemplo de ello; los refrigerados que tenían no funcionaban y los cuerpos almacenados ya no cabían por lo que llegaban a dejarlos en el piso.
En fin se presume de una actualización en diversas carencias a la SEMEFO sin embargo los poblanos vecinos consideran que sigue siendo insoportable por momentos el olor que expide este lugar y por increíble que parezca o quizá por la misma costumbre los vendedores ambulantes acuden al punto y quienes trabajan cerca deciden comprar, como si la resignación llevará a los poblanos a seguir con la cotidianeidad de su vida sin importar lo antihigiénico que pueda resultar o incómodo.