Existe un oficio en el municipio de Atoyatempan que desde hace años ha ido trascendiendo que es la elaboración de velas, veladoras y cirios pascuales que en esta temporada es pieza fundamental en la ofrenda a fieles difuntos.
Con técnicas ancestrales y siendo el oficio heredado por tradición desde hace años, en este municipio el trabajo es meramente artesanal y apreciado en municipios aledaños, Don Clemente aprendió el oficio desde sus abuelos y hoy lo ha enseñado a sus hijos.
Son de diversos tamaños y colores que se elaboran en cera, los cuales ocupan nuevas técnicas que hacen más fácil la elaboración de estos productos. El proceso de hacer una vela inicia un paso antes con el cortado de hilo dependiendo el tamaño del cual se cuelga de 10 por el kilo, 20, de diez, de seis, de cuatro, de tres, de dos y de uno por el kilo".
Después de este proceso los hilos se meten en diversas ocasiones a la parafina para posteriormente ir formando la vela de diferentes medidas, sacando una buena cantidad de las mismas, siendo entre 700 y 800 kilos los que se elaboran dependiendo del tiempo en que se empieza a trabajar siendo los meses de septiembre y octubre cuando inicia la producción.
Los artesanos de velas saben que su producto es parte fundamental en las ofrendas y festividades religiosas por lo que saben que deben hacer un buen trabajo.