"Pues me enteré hace dos años que tenía, mi pecho se empezó a deformar y empecé el tratamiento, ya me dijo el doctor que me iba a operar"
Mari, como le gusta que le digan, es una mujer de 45 años que vive en el municipio de Izúcar de Matamoros, desde hace dos años le detectaron cáncer de mama, el cual después de quimioterapias, radiaciones y una operación, no pudo vencer, y avanzó a otras partes del cuerpo.
"Cuando me hicieron el estudio me encontraron que tenía el cáncer en los huesos y me dijo que lo tenía en el esternón en el esternón sentía que me dolía y le dije al doctor y me dice que sí que es por lo mismo del tumor pero aquí en esta parte ya se hizo una bola, el doctor dice que ya está grande".
Este padecimiento le ha provocado diferentes malestares, incluso debe escribir recordatorios porque se le empiezan a olvidar las cosas, caminar, también le provoca dolor.
"Ahorita yo prácticamente me siento como una inútil porque yo no puedo hacer nada me agacho y siento que se me cae todo, siento que mi columna se me va a doblar y no me voy a poder parar, ya no puedo bañarme, me bañaba antes yo sola y ahora ya no porque me cuesta, mi hija me tiene que ayudar a bañarme".
Doña Mari nos comentó que la noche es su parte favorita del día, porque después de tomar su medicamento, se acuesta y olvida su dolor.
"Cuando yo me duermo se me olvida todo y como me tomo una pastilla que me descansa, me relaja y yo me olvidó".
El proceso por el que ha pasado no le ha sido nada fácil, su preocupación más grande es su hija de 15 años
"Yo le pido a Dios que me ayude porque la verdad tengo miedo de dejar a mi hija, tengo miedo, miedo de dejar a mi hija porque esta chica y me da tristeza; me da miedo, digo la tuve, la vi crecer y ahorita por una enfermedad me vaya yo y se quede sola; tiene tías pero no es igual, no es igual como una mamá".
Doña Mari, renta y con la poca fuerza que tiene trabaja planchando ropa ajena para solventar sus gastos.
"La quimio ahorita ya me la están dando tomada pero ya tengo dos meses que no la he tomado la medicina y esa es la que me hace falta".
Asimismo, indica que el desabasto de medicamento que existe en el Hospital del Norte, donde es tratada, le ha afectado, comprar su medicamento en otra parte no es opción para ella, debido a que no cuenta con la economía.
"Yo quisiera que me ayudaran para el otro medicamento que me hace falta porque yo siento que el tumor sigue creciendo; no puedo respirar me canso y ahorita no hay medicamento".
Al acercarnos a la Secretaría de Salud y preguntar si ya tenían fecha para abastecer los hospitales poblanos, la respuesta fue negativa, indicando que no sabían para cuando estarían los medicamentos.
Hay que mencionar que a pesar de que Doña Mari ha tenido dos años complicados, ella no pierde su sonrisa, es algo que la caracteriza.
"Que me recuerden así, feliz y contenta".