José, de origen salvadoreño, busca el sueño americano. Su meta, el país de la bandera de las barras y las estrellas.
"Adelante de la frontera de Guatemala con México, en Tapachula, llegamos ahí, después agarramos para el otro pueblo, lo agarramos a pie siempre, y ya venimos caminando, un rato así, con raya, así nos hemos venido", narra el joven, al interior del Polideportivo Xonaca, al norte de Puebla capital.
VA POR UNA META: EEUU. EMPREDIÓ EL VIAJE ACOMPAÑADO PERO SÓLO A LA VEZ
Este hombre, además del cansancio, carga con algo aún más difícil, alcanzar una meta, sin su familia. A pesar de que viaja acompañado, junto con otros migrantes en caravana, lo hace sin su esposa e hijo, a quienes dejó, miles de kilómetros atrás, en el salvador.
"-¿Dejó familiares allá?-, sí deje a mi mujer y a mi niño, -¿y ellos, van a alcanzarlo o cuál es el plan?-, mi plan es primeramente pasar yo, y después a ver qué dice Dios, si la mando a traer", comenta el salvadoreño, posterior a un suspiro, tras recordar a su familia.
ASÍ COMO ÉL, OTROS MÁS, INCLUSIVE 12 MIL, ATRAVESARÍAN TERRITORIO POBLANO
José, es tan sólo uno de alrededor de 500 centroamericanos, provenientes de Honduras, Guatemala y El Salvador, que permanecieron en territorio poblano en los últimos días. Tránsito, que continuará durante los próximos meses.
Cifras de la Diócesis Pastoral Migrante, señalan, que en próximas fechas, arribarían a México, hasta 12 mil integrantes de la Caravana, que sigue su camino; lleno de deshidratación, llagas y ampollas; un camino, de riesgos, peligros y esperanza.