Nuevamente cientos de alumnos de la Universidad de las Américas Puebla tomaron las calles para exigir la apertura de su campus, el cual, ha mantenido cerradas sus puertas desde el 29 de junio del 2021. Después de meses y tras varios intentos de diálogo ante las autoridades estatales, finalmente el Tribunal Superior de Justicia de Puebla instruyó al personal, a los alumnos y a la SEP a que regresen a las aulas, de tal modo que reanuden sus actividades.
Vemos con preocupación que la respuesta al reclamo de la comunidad universitaria y de la sociedad, es nuevamente una simulación y una ofensa a nuestra inteligencia por lo que exigimos hacer valer el estado de derecho y recuperar nuestra universidad. - Cecilia Anaya / Rectora Interina UDLAP
El hecho es que la rectora interina de la UDLAP, Cecilia Anaya, mencionó que los apoderados legales no pretenden entregar la universidad a sus dueños originales, es decir a la Fundación Jenkins, pues derivado de los conflictos legales que esta tiene, no ha podido recuperar el inmueble.
Pero el regreso a nuestras instalaciones es imposible cuando se insiste en legitimar como administrador de la universidad al grupo que la mantiene secuestrada desde el 29 de junio del año pasado, sin contar con los atributos legales o estatutarios. - Cecilia Anaya / Rectora Interina UDLAP
Ante esta situación, los alumnos de la UDLAP nuevamente han sido víctimas de un nuevo entorpecimiento en la obtención de resultados, por lo que exhortan a la comunidad a no entrar a la universidad hasta tener en claro la entrega del campus a la rectora Cecilia, mientras que expresan su total rechazo a Armando Ríos, denominado rector espurio.
Ahí está el campus para ocuparlo por estudiantes y maestros. No hay obstrucción de nadie como se dijo; bueno, la otra es querer volver el campus como la estrategia de defensa de los que saquearon la fundación Jenkins. - Miguel Barbosa / Gobernador de Puebla
Es así que los alumnos han decidido realizar más protestas entorno a esta situación, pues a 7 meses de la toma de la universidad, con pérdidas económicas en la zona, problemas para titularse y realizar tesis, y tras dos años en medio de la pandemia sin retomar sus clases; exigir y luchar por su educación es lo único que les queda.