La cuenca del Río Atoyac tiene una superficie total de mil 11 kilómetros cuadrados y atraviesa 70 municipios entre Puebla y Tlaxcala, a lo largo de este cuerpo de agua, se hacen descargas que van desde los desechos de viviendas hasta los químicos de las industrias, haciendo más difícil la limpieza de este y demás ríos en Puebla; aunado a esto, la pandemia perjudicó la labor de saneamiento del Atoyac, informó Verónica Mastretta, integrante de Dale la Cara al Atoyac.
"No está existiendo la capacidad de los gobiernos estatales, municipales, del gobierno federal para hacer cumplir la normatividad que como país nos hemos dado y por eso los resultados en los cuerpos de agua son negativos", dijo Verónica Mastretta, integrante de Dale la Cara al Atoyac
Cabe mencionar que dentro del estado existen diferentes problemas de contaminación a los ríos, debido a las diferentes actividades que se realizan en la región, así como la falta de tratamiento.
Por un lado la Sierra Norte la contaminación de agua es un foco rojo, ya que en esta zona hay áreas mineras y de extracción de minerales a la par de los hogares que también contribuyen con sus desechos.
Y por el otro la Sierra Mixteca, en donde las contaminantes son las procesadoras de caña.
Además de Cuautlancingo y Huejotzingo que son puntos de contaminación alta para la cuenca del Alto Atoyac debido a las actividades industriales.
Si bien el agua es un tema de seguridad nacional, a decir de Mastretta lo que falta es voluntad política , presupuesto y unión entre los gobiernos para que la solución sea la misma para todos.
"La gobernanza del agua en México está muy fracturada, las autoridades no actúan de manera conjunta y eso no nos está dando buenos resultados, tiene que atarse a presupuestos muy específicos y aquí yo creo que quien podría tener la clave en el caso de los estados, son los gobiernos estatales" dijo Verónica Mastretta, integrante de Dale la Cara al Atoyac
Aunque por ley de Aguas Nacionales no les otorgan atribuciones específicas en temas de inspección y vigilancia, el gobierno estatal tiene la posibilidad de homologar con los municipios las herramientas y reglamentos para el cuidado del agua.