Integrantes de la Unión de criadores, transportistas y vendedores de aves canoras y de ornato, realizaron una peregrinación por el Centro Histórico de Puebla que culminó en la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en el Paseo Bravo, pues desde hace 33 años realizan este recorrido para hacerse visibles y dar gracias por otro año de trabajo.
Integrantes de este grupo de "pajareros" comentaron que dicha actividad no daña a las aves, pues se trata de una tradición prehispánica con la que han mantenido a sus familias durante décadas, esto pese a los señalamientos de grupos animalistas que exigen detener la comercialización de seres vivos enjaulados.
Aseguraron que las aves son tratadas con cuidado desde su captura, alimentación, reproducción y son aclimatadas para su venta al público, por lo que piden a las autoridades no les quiten sus aves ya que son sus fuentes de ingreso.
Agregaron que la gente continúa comprando estas aves pues en su mayoría comercializan pericos australianos, canarios, cardenales, cenzontles entre otras aves.